Tras un tiempo de escasa disponibilidad (originados por los problemas de provisión derivados de las trabas a las importaciones y la imposibilidad de girar divisas al exterior hasta el año pasado), desde que comenzó a producirse en nuestro país el Chevrolet Tracker fue recuperando paso a paso su posicionamiento entre los SUV del segmento B. De hecho, en lo que va del año no solo es el más vendido entre sus pares, sino que ocupa el séptimo puesto en el ranking general de patentamientos.
Y es lógico que así sea, porque la propuesta es realmente atractiva para ese público que busca un móvil polivalente, con mecánica confiable y buen nivel de equipamiento. La oferta actual se compone de cinco versiones: MT, AT, LTZ, Premier y RS (con look deportivo de fábrica). La que evaluamos fue la LTZ.
- Largo: 4,27 m
- Ancho s/c esp. 1,791/2,057
- Alto: 1,626
- Distancia entre ejes: 2,57
- Tanque: 44 L
- Baúl: 393/1278 L
- Peso: 1271
- Neumáticos: 215/55 R17″
La estética externa sigue siendo la misma desde que se lanzó la segunda generación en 2020: es proporcionado, moderno y atractivo a la vista.
En el interior encontramos elementos acordes con una gama intermedia: tapizados en tela y cuero ecológico, revestimientos en plásticos suaves y con buenas terminaciones en general. El equipamiento de confort y tecnología incluye: aire acondicionado, sensores de estacionamiento delanteros y traseros, cámara de retroceso, tomas USB y de 12 V y más.
Como es habitual en los modelos del moño, la conectividad juega un papel fundamental en todos sus modelos. Y esta no es la excepción, ya que además de contar con wifi nativo (con posibilidad de conectar varios dispositivos en simultaneo) posee una interfaz para el sistema de infotaintment (compatible con Android Auto y Apple CarPlay) de fácil operación y al que se accede mediante una pantalla táctil de 8″. A esto suma el sistema OnStar de asistencia y emergencia en viaje, que funciona a la perfección.
Buena visibilidad hacia todo el entorno, una posición de manejo alta y fácil de encontrar (siguiendo la tendencia actual), comandos de sencillo acceso y lectura y tablero que mezcla los relojes analógicos con un display digital en el centro para la computadora de viaje son las principales características.
Desde 2020 tiene una nueva configuración mecánica: motor turbonaftero de 3 cilindros, 12 válvulas y 1.2 L de cilindrada con doble árbol de levas a la cabeza (DOHC), que genera 132 CV a 5500 rpm y 19,4 kgm de par a 2000 rpm, en esta caso asociado a una transmisión automática de 6 cambios; la tracción es delantera.
Ya hemos comentado varias veces las bondades de este conjunto, que se ajusta muy bien a la propuesta del modelo: un sport utility familiar pensado tanto para usar en ciudad como para encarar viajes sin inconvenientes ni sorpresas. Hay buena potencia y torque desde abajo en el impulsor y una caja bien relacionada que le confiere respuesta cuando las condiciones de lo requieran. Más allá de eso, podría decirse que prioriza más la eficiencia y el rendimiento que las reacciones explosivas (no es un vehículo para eso); un claro ejemplo de esto es que en el tránsito no pasa de las 1500 rpm y que en ruta a 130 km/h constantes trabaja cerca de las 2200 rpm.
La selectora agrega una posición L (debajo de la D) que lo que hace es retener las primeras marchas para situaciones en las que se requiera toda la polenta de manera constante; sería algo así como una especie de baja de las tracciones 4x4.
- Motor: naftero con turbo
- Cilindros: 3 en línea
- Cilindrada: 1199 cc
- Compresión: 10.5:1
- Válvulas: 12
- Potencia: 132 CV a 5500 rpm
- Par: 19,4 kgm a 2000 rpm
- Caja: automática de 6 marchas
- Tracción: delantera
En cuanto a las prestaciones, acelera de 0 a 100 km/h de 10,5 s, recupera de 80 a 120 km/h en 7,5 s y alcanza una velocidad máxima (limitada) de 185 km/h. Por otra parte, los consumos son acordes con los del segmento: en ciudad demanda unos 9,5 L/100 km, mientras que en ruta a 130 km/h cae a 7 L/100 km.
Es muy simple y placentero para manejar, con una dirección pensadamente progresiva (ligera para maniobrar en espacios reducidos, más firme en velocidad), unas suspensiones que absorben muy bien las imperfecciones del camino y un despeje que permite sortear cunetas y lomos de burro sin complicaciones. Además, es silencioso, cómodo y confortable.
Se porta adecuadamente a nivel dinámico, ya que en ruta va agarrado y se siente muy estable, aunque con los movimientos lógicos de una carrocería alta.
Y volviendo al tema de los viajes, el ítem seguridad está muy bien resuelto, con 6 airbags, controles de estabilidad y tracción, frenos con ABS y EBD, anclajes Isofix para sistemas de retención infantil, monitor de punto ciego, frenado autónomo de emergencia, asistente de arranque en pendiente y luces diurnas en LED, entre otros; no incluye las asistencias a la conducción (ADAS) que sí ofrece la versión Premier. Sin embargo, lo más importante es que obtuvo cinco estrellas (máxima puntuación) en las pruebas Latin NCAP para adultos y niños.
Por el precio para este mes del Tracker LTZ consultar en las concesionarias.
Diego Cúneo
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